Valle de Tena
En uno de los entornos más bellos de los Pirineos se ubica este valle, hogar de grandes picos, ibones y rutas de media y alta montaña.
Descubriendo el valle de Tena
Con una extensión en torno a los 400 metros cuadrados, es uno de los valles más extensos de la cordillera pirenaica. Cuenta con varias poblaciones importantes, como Sallent de Gállego, con un buen puñado de los Tresmiles del Pirineo, con grandes embalses como el de Lanuza y con pequeños lagos de origen glaciar.
Debido a su riqueza paisajística y a altitudes comprendidas entre los 600 y los más de 3100 msnm., puedes realizar todo tipo de actividades montañeras, como alpinismo, senderismo o rutas de largo recorrido. También cuenta con la estación de esquí de Formigal, para otras modalidades invernales.
Rutas y excursiones destacadas
El Refugio de Respomuso es un buen punto de inicio (o de descanso) para muchas ascensiones. El Balaitús, por ejemplo, es un punto imperdible, en el que te recomendamos además hacer noche, como propone el reto de los 30 vivacs.
En la misma zona, podrás ascender también el Pico Musales, que si bien se queda por debajo de las grandes alturas de la zona, ejerce de fantástico mirador natural a las cimas cercanas.
Rutas fáciles
Por otro lado, puedes contar con rutas más moderadas, de acceso fácil y, de igual modo, vistas espectaculares. Por ejemplo, la ruta de los miradores del valle de Tena te ofrece hasta 22 itinerarios con tiempos estimados por debajo de las dos horas. Así, la Punta el Baro es uno de esos lugares donde no podrás dejar de admirar el paisaje.