Uno de los collados más singulares que puedes encontrar en los Pirineos es sin duda la Brecha de Rolando.
Se trata de un paso entre bloques de paredes, en la frontera franco-española. La vertiente sur, forma parte del parque nacional de Ordesa y Monte Perdido.
Como todo collado, es un cruce de caminos, así que ofrece muchas posibilidades.
Al oeste, se sitúa el refugio de Bujaruelo, uno de los inicios de ruta más habituales. A través del puerto homónimo, pasarás a Francia, marchando por debajo de varios pequeños glaciares. El Col y el refugio de Sarradets son los últimos puntos antes de encarar los metros finales de ascensión.
Por el lado francés, puedes ascender por la ladera oeste del circo de Gavarnie, buscando el sendero que enlaza con el refugio anterior. Otra opción es continuar hasta el fondo del valle, hacia el sendero de los balcones. Cruzando el río, encontrarás una senda que también comunica con el sendero a la Brecha.
Volviendo al lado español, al sudeste, encontrás otro clásico desde donde acometerlo: el refugio de Góriz. El camino es exigente, pero sencillo, por el que disfrutarás de grandes paisajes.
Si has superado el collado y todavía tienes energías para seguir ascendiendo metros, puedes consideras algunas de las cimas cercanas que te proponemos. Al estar rodeado de cotas altas, es un lugar estratégico para sumar tresmiles pirenaicos.
La Brecha de Rolando es punto de paso de la Alta Ruta de los Perdidos, una espectacular travesía por los entornos del Monte Perdido y el Vignemale. Así, puedes completar la ruta o tomarla como referencia para realizar tu propia variante con este objetivo.