Senderismo por el valle de Benasque

En el extremo oriental del territorio oscense se ubica el magnífico valle de Benasque, con la destacada población homónima.

Por el este, toca con Cataluña a través del Val d'Aran, en la zona septentrional. Más al sur, desde el pantano de Baserca (Alta Ribagorça), la entrada al valle también es posible.

El curso alto del río Ésera es la columna vertebral del entorno, así como el pueblo de Benasque el centro neurálgico. Por otro lado, la estación de esquí de Cerler es también un enclave importante dentro del valle.

Refugios y alojamientos

Son muchas las opciones de alojamiento que puedes encontrar en torno a Benasque. El pueblo cuenta con varios hoteles en el mismo núcleo urbano, pero también puedes encontrarlos en las afueras. Incluso en medio del bosque, como el famoso Hospital.

En plena montaña también encontrarás refugios desde donde tomarte un respiro en tu ascensión a los picos pirenaicos de mayor altitud. Así, el refugio de la Renclusa es una gran opción en la cara norte del Pico de la Maladeta.

Por otro lado, en el valle de Eriste, encontrarás otro buen punto desde comenzar muchas ascensiones épicas: el refugio Ángel Orús. Y una de ellas, sin duda, te llevará al Pico Posets.

Pasando las montañas situadas al norte, otro estrecho valle tiene su punto estratégico: el refugio de Estós. Desde allí podrás acometer muchas excursiones, como la ascensión al Pico de Clarabide.

Alpinismo

Con muchos representantes del reto de Tresmiles del Pirineo, es un entorno muy especial para practicar ascensiones en estilo alpino.

Más allá de los picos con mayor renombre, puedes encontrar fantásticas alternativas, como el Pico de Alba.

Senderismo

El parque natural de Posets-Maladeta, del que forma parte el valle, te ofrece más de 33000 hectáreas para disfrutar de senderos y paisajes espectaculares.

En verano puedes coronar sin mucha dificultad picos como el Aragüells, pasando por lagos tan singulares como el Ibón de Cregüeña. También tendrás lugares estupendos donde pasar la noche contemplando estrellas, como el Pico Salvaguardia, presente en el reto de los 30 vivacs en cumbres del Pirineo.